viernes, 29 de abril de 2011

Galeria de imágenes

Galería Conectar Igualdad, un banco de imágenes con mapas, facsímiles de documentos históricos, imágenes de la naturaleza, históricas y curriculares para usar en múltiples contextos educativos.

- Album: Imágenes antiguas de la Colección Witcomb

- Album: Imágenes de la Argentina

- Album: Imágenes de la historia Argentina

- Album: Anatomía

- Album: Ciencias Naturales

- Album: Mapas de Geografía

- Album: Geología

- Album: Mapas Historia

- Album: Imágenes de Geografía


Atlas del año 1570, publicado por Abraham Ortelius

Imagen de la fábrica de fósforos Sudamericana S.A., década de 1930.



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Galeria de videos

En el marco del programa Conectar Igualdad, Educ.ar nos acerca una Galería de Videos con material audiovisual sobre diferentes disciplinas y entrevistas a docentes y alumnos que han recibido las netbooks:

Categorias

* Biología
* Física
* Geografía
* Historia
* Lengua
* Literatura
* Química
* Documental
* Entrevistas

jueves, 21 de abril de 2011

Cuentos de terror

Cuentos de terror por Alberto Laiseca

En la pestaña de videos, podrá encontrar algunos de los cuentos narrados por Laiseca, si necesita el archivo, solo consultar en nuestros documentos de archivo.

- Corazon delator de Edgar Allan Poe
- La caida de la casa Usher de Edgar Allan Poe
- El extraño caso del señor Valdemar de Edgar Allan Poe
- La gallina degollada de Horacio Quiroga
- Una muerte en la familia de Miriamn Allen de Ford
- Casa tomada de Cortazar
- La pata de Mono de W.W. Jacob
- La esperanza de Villers de L'isle Adams
- El cazador de John Collier
- La cabeza de mi padre de Alberto Laisecas

sábado, 16 de abril de 2011

El móvil de Hansel y Gretel

Hernán Casciari | 7 de octubre, 2008 (http://Orsai.bitacoras.com)

Anoche le contaba a la Nina un cuento infantil muy famoso, el Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. En el momento más tenebroso de la aventura los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: “No importa. Que lo llamen al papá por el móvil”.


Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura —toda ella, en general— si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años. Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.
¿Ya está.

Muy bien. Ahora ponga un teléfono móvil en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatribanda.
¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo.

La Nina, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las nuevas historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor.

Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate.

Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria.

Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam.

Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica.

Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí.

Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.

Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.

Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa. La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler.)
Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:
M HGO LA MUERTA,

PERO NO STOY MUERTA.

NO T PRCUPES NI

HGAS IDIOTCES. BSO.

Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción “Banda ancha móvil” de Movistar.

Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados. La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría ’Cien años sin conexión’: narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le funciona el messenger.

La famosa novela de James M. Cain —’El cartero llama dos veces’— escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría ’El gmail me duplica los correos entrantes’ y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero de malvivir.

Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo, ’Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura’, la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.

En la obra ’El jotapegé de Dorian Grey’, Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición.

La bruja del clásico ’Blancanieves’ no consultaría todas las noches al espejo sobre “quién es la mujer más bella del mundo”, porque el coste por llamada del oráculo sería de 1,90€ la conexión y 0,60€ el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.

También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.

Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.

Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa.

La telefonía inalámbrica —vino a decirme anoche la Nina, sin querer— nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles.

Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente? ¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la vida es aquí y ahora.

No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sofá. Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador. ¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma.

Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas de pan.

Nuestras tramas están perdiendo el brillo —las escritas, las vividas, incluso las imaginadas— porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

lunes, 11 de abril de 2011

Programa de lectura solidario en las escuelas, una iniciativa de la Asociación Civil EMA.

La Asociación Civil EMA (Esclerosis Múltiple Argentina) llevará adelante el Programa de lectura solidario en diferentes escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires, con el propósito de recaudar fondos a través de la lectura para mejorar la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple.
Leatón es el programa de lectura solidario que la Asociación Civil EMA realiza en la Argentina desde el año 1993. Se trata de una iniciativa que reúne a escuelas, alumnos, padres y empresas con un mismo fin solidario: recaudar fondos destinados a mejorar la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple y su entorno familiar y social.

El programa, en el cual ya han participado más de 100 escuelas desde su inicio, se propone entre sus objetivos generar el compromiso y la participación de la ciudadanía en un fin solidario, trabajar en la difusión de la problemática de la esclerosis múltiple, y fomentar el hábito de la lectura en niños en edad escolar.

Los chicos que quieran participar deberán completar una grilla en la cual anotarán los libros que se comprometan a leer. Pueden leer todos los libros que quieran y sus padres y amigos asumirán el rol de "padrinos de la lectura” incentivando a los chicos en este compromiso y realizando una donación voluntaria a EMA por cada libro que lean.

El Leatón 2011 se desarrollará en el mes de mayo y contará este año con el auspicio especial de Buenos Aires Capital Mundial del Libro. Ya hay más de 13 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires que participan: Escuela Armenia, Armonía, Colegio Barker, Holy Trinity College, Las Cumbres, Colegio Campus Lincoln -Pilar, Colegio Lincoln, Colegio Northlands Nordelta, Northlands Olivos, San Andrés Punta Chica, San Andrés Olivos, San Esteban, St. Catherine’s School, Colegio Cardenal Pironio –Marín.

Para más información podes comunicarte al 4831 – 6617, enviar un mail a info@ema.org.ar o ingresar a www.ema.org.ar.

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declara el 2011 como “Año del Libro y la Lectura – Buenos Aires Capital Mundial del Libro”

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declaro el 2011 como "Año del Libro y la Lectura – Buenos Aires Capital Mundial del Libro” a través de la Ley Nº 3433 sancionada el 13 de mayo de 2010. Esta misma ley establece, además, que los papeles oficiales de la Ciudad deberán llevar durante este año la inscripción "2011, Buenos Aires Capital Mundial del Libro”.



En el marco de la distinción que la Ciudad de Buenos Aires ha recibido como Capital Mundial del Libro, para el año 2011, por elección de la UNESCO y representantes de la Federación Internacional de Editores, la Federación Internacional de Bibliotecarios y Bibliotecas y la Unión Internacional de Editores, y en reconocimiento al compromiso y trabajo de nuestra Ciudad con el Libro y la Lectura, la Legislatura Porteña declaró el 2011 como "Año del Libro y la Lectura – Buenos Aires Capital Mundial del Libro” a través de la Ley Nº 3433 sancionada el 13 de mayo de 2010.

Pero, además de declarar el 2011 "Año del Libro y la Lectura – Buenos Aires Capital Mundial del Libro”, la Ley Nº 3433 establece que los papeles oficiales de Ciudad deberán llevar la inscripción "2011, Buenos Aires Capital Mundial del Libro”.

Mediante la presente Ley, la Legislatura cumple con el objetivo de acompañar y difundir esta importante distinción para nuestra Ciudad, la cual implicará que durante todo un año (del 23 de abril de 2011 al 23 de abril de 2012) celebremos la palabra y busquemos acercar a grandes y chicos al placer de la lectura.