jueves, 3 de julio de 2014

Una despedida anticipada de Evita a Perón

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El 26 de julio de 1952 murió Eva Perón. Desde 1944 acompañaba al futuro líder justicialista en el vaivén de la actividad política y no tardó en abandonar su carrera para entregarse de lleno a las luchas de su compañero.  
En 1947, Perón decidió enviarla a Europa en su nombre y en representación de la “Nueva Argentina”. Reproducimos en esta ocasión la carta que Evita escribió a Perón en junio de aquel año al iniciar aquella “gira del Arco Iris”. La carta es una especie de testamento, una despedida, ante el temor de sufrir un accidente y morir durante el viaje.
Evita no murió en aquella travesía. Muy por el contrario, su gira por Europa, aunque por demás extenuante, paradójicamente la llenó de vitalidad y la impulsó a ocupar un lugar relevante en la política nacional.
Los cinco años que siguieron fueron de una actividad febril y desesperada. El voto femenino, la Fundación Eva Perón, la ciudad estudiantil, colonias de vacaciones, los hogares de tránsito, los derechos de la ancianidad, los policlínicos, la ayuda social directa, la creación del Partido Peronista Femenino fueron algunas de las tareas a las que se entregó sin descanso.
No paró ni ante los primeros síntomas de una enfermedad a la que no atendió y que terminó por consumirla en menos de dos años aquel 26 de julio de 1952. Tenía apenas 33 años.

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