San Martín y su retiro de la vida pública |
En 1822, tras lograr la independencia de Chile y de Perú, San Martín intentaba concluir la última etapa de su plan libertador. Mientras llevaba adelante su campaña desde el Sur, el patriota venezolano Simón Bolívar lo venía haciendo desde el Norte. Pero la causa independentista que sostenía San Martín -que implicaba la unificación de los estados de América en una “gran nación de repúblicas”- era muy diferente a la que tenían en mente la elite porteña y los grupos de poder locales. Desde Buenos Aires, el gobernador Martín Rodríguez y su ministro Bernardino Rivadavia rechazaron los pedidos de fondos para nutrir al ejército que luchaba en el Perú. San Martín centró entonces sus expectativas en lograr un acuerdo con Bolívar en vistas a unificar esfuerzos para derrotar al español. La famosa entrevista de Guayaquil, en Ecuador, se realizó entre los días 26 y 27 de julio de 1822. Pronto se hizo evidente que había entre ellos diferencias políticas y militares. Mientras San Martín era partidario de que cada pueblo liberado decidiera su futuro, Bolívar consideraba necesario controlar personalmente la evolución políticas de las nuevas repúblicas. Otro tema polémico surgió al tratarse sobre quién conduciría el nuevo ejército libertador que resultaría de la unión de las tropas comandadas por ambos. San Martín propuso que lo dirigiera Bolívar, pero éste se negó aduciendo que nunca podría tener a un general de la calidad y capacidad de San Martín como subordinado. Mientras tanto, durante la ausencia de San Martín, se producía en Perú la destitución de un hombre de su confianza, Bernardo de Monteagudo, y crecía el descontento. En carta a Bernardo O’Higgins del 25 de agosto San Martín manifestaba: “Ya estoy cansado de que me llamen tirano, que en todas partes quiero ser rey, emperador y hasta demonio. Por otra parte, mi salud está muy deteriorada. En fin, mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles, mi edad media al de mi patria, creo que tengo derecho de disponer de mi vejez”. San Martín tomaba así una drástica decisión: retirarse de todos sus cargos y dejarle sus tropas a Bolívar para que este concluyera la campaña de independencia. Lanzó entonces la proclama del 20 de septiembre de 1822 dirigida a los peruanos, que a continuación transcribimos. |
Fuente: Felipe Pigna, San Martín. El político I, San Martín, Universidad Nacional de San Martín, 2008 |
Pueblo Libre, 20 de septiembre de 1822 Presencié la declaración de la independencia de los estados de Chile y el Perú; existe en mi poder el estandarte que trajo Pizarro para esclavizar al imperio de los Incas; y he dejado de ser hombre público. He aquí recompensados con usura diez años de revolución y guerra. Mis promesas para con los pueblos en que he hecho la guerra están cumplidas: hacer su independencia y dejar a su voluntad la elección de sus gobiernos. La presencia de un militar afortunado (por más desprendimiento que tenga) es temible a los estados que de nuevo se constituyen. Por otra parte, ya estoy aburrido de oír decir que quiero hacerme soberano. Sin embargo, siempre estaré pronto a hacer el último sacrificio por la libertad del país, pero en clase de simple particular y no más. En cuanto a mi conducta pública, mis compatriotas (como en lo general de las cosas) dividirán sus opiniones. Los hijos de éstos darán el verdadero fallo. Peruanos, os dejo establecida la representación nacional. Si depositáis en ella una entera confianza, contad el triunfo; si no, la anarquía os va a devorar. Que el acierto presida a vuestros destinos y que estos os colmen de felicidad y paz. José de San Martín |
PRIMERA BIBLIOTECA POPULAR EN AVELLANEDA RECONOCIDA POR LA COMISION NACIONAL DE BIBLIOTECAS POPULARES DE LA REP.ARG. "Hay un unico lugar donde ayer y hoy se reconocen y se encuentran. Ese lugar es mañana." Eduardo Galeano "
lunes, 8 de agosto de 2011
Un poco de San Martín
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Cronologia histórica en imágenes
El Historiador,nuestra Galería del Bicentenario, una galería de imágenes que recorre la historia del país entre 1810 y 2010 a través de fotografías y cuadros que evocan los diversos episodios ocurridos durante estos doscientos años. Se trata de una nueva herramienta desarrollada para contribuir a despertar interés por la historia argentina.
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Agosto de cuento
Viernes 12 19.00 hs. Marita von Saltzen y Vivi García. en "Simplemente, cuentos". Av. San Pedrito 107, Flores. Consumición mínima $15. Entrada libre.
Sábado 13 18.00, Elisa Vázquez y Alberto Lucero en"Historias Robadas" Av. San Pedrito 107, Flores. Consumición mínima $15- Entrada libre
Sábado 13 19.00 hs., Raúl Cuevas y Vivi García en "Revolución de corazones" en Roxy Bar. Alsina 100. Avellaneda
Viernes 19 18.00 hs. Elisa Vázquez, Juan Carlos Martín (teclados y sonidos) y Vivi García en "Historias Robadas" Perú 222, Manzana de Las Luces (en Veladas Virreinales). Entrada libre. Consumición mínima: $8.
Sábado 20 18.00, Alumnos del taller de Narración Oral de La Manzana de Las Luces en "Los cuentos de la Manzana" Av. San Pedrito 107, Flores. Consumición mínima $15- Entrada libre
Viernes 26 18.00 hs., Verónica Rapela (canciones), Eduardo Sohns (cuerdas) y Vivi García (cuentos) en "Decires". Perú 222, Manzana de las Luces (en Veladas Virreinales). Entrada libre. Consumición mínima: $8.
Sábado 27 18.00 hs. Gabriela Villano, Elisa Vázquez y Vivi García en "Colectivo de Cuentos". Niceto Vega 5248. A la gorra.
Domigo 28, 17.00 hs. Liliana Cinetto, Patricia Lomónaco, Enrique Argumedo y Vivi García. Del cielo cayó un Bombón. Liliana Cinetto, Patricia Lomonaco y Enrique Argumedo. Ayacucho 1571 PB Recoleta. Entrada libre
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domingo, 7 de agosto de 2011
otra de Galeano
de "Dias y noches de amor y de guerra"
LE DEBO UN PAR DE HISTORIAS, AUNQUE ÉL NO SABE, Y SE LAS VOY A PAGAR
A don Alejo Carpentier no lo conozco. Alguna vez tendré que verlo. Tengo que decirle:
-Mire, don Alejo, yo creo que usted nunca ha de haber oído hablar del Mingo Ferreira. Él es un compatriota mío que dibuja con gracia y con drama. Me acompañó durante años en las sucesivas aventuras de los diarios, las revistas y los libros. Trabajó a mi lado y algo supe de él, aunque poco. Él es un tipo sin palabras. Lo que a él le salen son dibujos, no palabras. Viene de Tacuarembó, es hijo de un zapatero; siempre fue pobre.
Y decirle:
-En Montevideo, él se ligó varias prisiones y palizas. Una vez estuvo preso durante algunos meses, cerca de un año, creo, y cuando salió me contó que en el lugar donde estaban encerrados, se podía leer en voz alta. Era un galpón inmundo. Los presos se amontonaban uno encima del otro, rodeados de fusiles, y no podían moverse ni para mear. Cada día uno de los presos se paraba y leía para todos.
Yo quería contarle, don Alejo, que los presos quisieron leer El siglo de las luces y no pudieron. Los guardias dejaron entrar el libro, pero los presos no pudieron leerlo. Quiero decir: lo empezaron varias veces y varias veces tuvieron que dejarlo. Usted les hacía sentir la lluvia y los olores violentos de la tierra y de la noche. Usted les llevaba el mar y el estrépito del oleaje rompiendo contra la quilla del buque y les mostraba el latido del cielo a la hora en que nace el día; y ellos no podían seguir leyendo eso.
Y decirle:
-De Milton Roberts puede ser que se acuerde. Milton era aquel muchacho grandote y de linda mirada que le hizo una entrevista para Crisis. Él había viajado a París, creo que fue a mediados del 73, y yo le encargué que le hiciera una entrevista. ¿Se acuerda? Milton había ido para que lo vieran unos médicos franceses que eran los más entendidos en la enfermedad que él tenía. Pero no había nada que hacer. Volvió a Buenos Aires y ya no pudo levantarse de la cama. Fue una agonía larga. Se hinchó. Fue perdiendo la poca fuerza que le quedaba y también fue perdiendo la voz. Antes de que el mal se le subiera a la garganta, Milton me habló unas cuantas veces del reportaje que le había hecho. Me lo contó entero. Recordaba todo, palabra por palabra. Me habló de usted como si hubiese sido su amigo de toda la vida. Me contó lo que usted le había dicho de sus amores con la música y la literatura. Me contó sus historias de piratas y dictadores, una por una, con detalles de costumbres y vicios chicos de hace dos o tres siglos. Hablaba de todo eso y se le encendían los ojos; y es con esa cara que lo tengo en la memoria.
Después que se murió, Claudine, la compañera, revolvió sus papeles buscando los apuntes de la entrevista, y buscó y rebuscó pero no encontró nada. Esos papeles no aparecieron nunca.
Y decirle:
-Yo quería contarle estas cosas, compañero Alejo, y dejárselas, porque son suyas.
A don Alejo Carpentier no lo conozco. Alguna vez tendré que verlo. Tengo que decirle:
-Mire, don Alejo, yo creo que usted nunca ha de haber oído hablar del Mingo Ferreira. Él es un compatriota mío que dibuja con gracia y con drama. Me acompañó durante años en las sucesivas aventuras de los diarios, las revistas y los libros. Trabajó a mi lado y algo supe de él, aunque poco. Él es un tipo sin palabras. Lo que a él le salen son dibujos, no palabras. Viene de Tacuarembó, es hijo de un zapatero; siempre fue pobre.
Y decirle:
-En Montevideo, él se ligó varias prisiones y palizas. Una vez estuvo preso durante algunos meses, cerca de un año, creo, y cuando salió me contó que en el lugar donde estaban encerrados, se podía leer en voz alta. Era un galpón inmundo. Los presos se amontonaban uno encima del otro, rodeados de fusiles, y no podían moverse ni para mear. Cada día uno de los presos se paraba y leía para todos.
Yo quería contarle, don Alejo, que los presos quisieron leer El siglo de las luces y no pudieron. Los guardias dejaron entrar el libro, pero los presos no pudieron leerlo. Quiero decir: lo empezaron varias veces y varias veces tuvieron que dejarlo. Usted les hacía sentir la lluvia y los olores violentos de la tierra y de la noche. Usted les llevaba el mar y el estrépito del oleaje rompiendo contra la quilla del buque y les mostraba el latido del cielo a la hora en que nace el día; y ellos no podían seguir leyendo eso.
Y decirle:
-De Milton Roberts puede ser que se acuerde. Milton era aquel muchacho grandote y de linda mirada que le hizo una entrevista para Crisis. Él había viajado a París, creo que fue a mediados del 73, y yo le encargué que le hiciera una entrevista. ¿Se acuerda? Milton había ido para que lo vieran unos médicos franceses que eran los más entendidos en la enfermedad que él tenía. Pero no había nada que hacer. Volvió a Buenos Aires y ya no pudo levantarse de la cama. Fue una agonía larga. Se hinchó. Fue perdiendo la poca fuerza que le quedaba y también fue perdiendo la voz. Antes de que el mal se le subiera a la garganta, Milton me habló unas cuantas veces del reportaje que le había hecho. Me lo contó entero. Recordaba todo, palabra por palabra. Me habló de usted como si hubiese sido su amigo de toda la vida. Me contó lo que usted le había dicho de sus amores con la música y la literatura. Me contó sus historias de piratas y dictadores, una por una, con detalles de costumbres y vicios chicos de hace dos o tres siglos. Hablaba de todo eso y se le encendían los ojos; y es con esa cara que lo tengo en la memoria.
Después que se murió, Claudine, la compañera, revolvió sus papeles buscando los apuntes de la entrevista, y buscó y rebuscó pero no encontró nada. Esos papeles no aparecieron nunca.
Y decirle:
-Yo quería contarle estas cosas, compañero Alejo, y dejárselas, porque son suyas.
Para leer más de este libro, lo podés encontrar en : http://www.elortiba.org/galeano.html
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Eduardo Galeano
viernes, 5 de agosto de 2011
Cortes de Agua en Gerli
A partir de la fecha publicaremos en la página SERVICIOS DE INFORMACIÓN, los cortes que realizará AySA en nuestra zona, a través de este medio y en la cartelera ubicada en la puerta de la Biblioteca.
También podrán levantar la información a través de Facebook : Narciso Carlos Laurreaga
También podrán levantar la información a través de Facebook : Narciso Carlos Laurreaga
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jueves, 4 de agosto de 2011
Canal Encuentro. El canal del Ministerio de Educación de la República Argentina
Canal Encuentro. El canal del Ministerio de Educación de la República Argentina
Un juego interactivo: Dilemas
Actividad desarrollada a partir de un juego interactivo. Se propone realizar una investigación sobre los procesos de migración interna a partir de diferentes áreas disciplinares.
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Mural del bicentenario
Entrá a RECURSOS EDUCATIVOS, vas a encontrar el link al mural del bicentenario, la Videoteca y Recursos Docentes, de 1900 al 2010.
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