PRIMERA BIBLIOTECA POPULAR EN AVELLANEDA RECONOCIDA POR LA COMISION NACIONAL DE BIBLIOTECAS POPULARES DE LA REP.ARG. "Hay un unico lugar donde ayer y hoy se reconocen y se encuentran. Ese lugar es mañana." Eduardo Galeano "
viernes, 23 de septiembre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
Odio los libros
Te dejo On line este libro infantil, para todos aquellos que salen corriendo cuando le dicen "A leer!!!".
Que lo disfruten.
LINK -->"Odio los libros" de Soledad Córdoba, Baez Orquedo Editores.
Que lo disfruten.
LINK -->"Odio los libros" de Soledad Córdoba, Baez Orquedo Editores.
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Soledad Córdoba
sábado, 17 de septiembre de 2011
A ver si los libros muerden o no
El Ministerio de Educación presentó una encuesta que arranca el lunes para determinar cuánto, quién y cómo se lee en el país. Y cuál es la relación de los adolescentes con la lectura. Junto a Sileoni, en el acto estuvo Horacio González.
Cómo y cuánto se lee, qué tipo de lectura eligen los argentinos y cuál es la relación de los adolescentes con esta práctica son algunos de los interrogantes de una encuesta nacional que se realizará en todo el país desde el próximo lunes 19. Los primeros resultados de la encuesta se conocerán antes de fin de año y se podrán comparar con la medición que se hizo en 2001, que reveló que “un tercio de la población no leía o leía muy poco” y que había una relación directa “entre lectura y nivel socioeconómico”. En aquel momento, el estudio lo hizo una consultora privada; ahora lo harán dos universidades nacionales: la de Lomas de Zamora y Tres de Febrero.
“Las naciones se estructuran a través de prácticas como la lectura”, dijo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional e integrante del Consejo Nacional de Lectura, durante el lanzamiento de la iniciativa que tuvo lugar en el Ministerio de Educación. González destacó que “ésta es una investigación del estado de la lengua de un país que, mutable, estratificado, plural y sometido a un trato cotidiano de los medios de comunicación, es motivo de reflexión permanente”.La medición fue elaborada por el Consejo Nacional de Lectura, organismo interministerial que se creó en septiembre de 2010 para fomentar esa práctica y otros consumos culturales.
“Esta vez, la población a encuestar será más amplia, se les preguntará a personas desde los 12 años en adelante, lo que hará que conozcamos más sobre lo que ocurre con los adolescentes”, dijo Margarita Eggers Lan, directora del Plan Nacional de Lectura, del Ministerio de Educación.
En esta oportunidad se medirá la lectura de los niños como práctica del hogar, el alcance de las políticas públicas de promoción de la lectura, y el impacto de soportes digitales, un tema poco explorado hace 10 años.
Los encuestadores presentarán una credencial y una carta de presentación donde figurará un número de teléfono para aquellos que quieran constatar la veracidad de la visita, antes de contestar el cuestionario.
La encuesta de 3600 casos buscará saber si se leen diarios, revistas, con qué frecuencia y en qué soporte; y cómo, en este universo de lecturas, se inserta el libro. Además, se indagará por los libros que hay en el hogar, cantidad y tipo; si se accede a ellos a través de la compra y si el grupo familiar tiene vínculos con bibliotecas o librerías. También se consultará sobre los motivos de elección de una determinada lectura y el uso de la PC en el hogar.
En 2001, la encuesta reveló que el 47 por ciento de la población de 18 años y más leía diariamente, al menos durante 15 o 20 minutos de manera continua, diarios, revistas, libros u otros materiales, mientras que el 20 por ciento sostuvo que sólo lo hacía algunos días a la semana.
En tanto, “un tercio de la población no leía o leía muy poco: el 19 por ciento dijo que leía “de vez en cuando” y el 14 por ciento reveló que “nunca lo hacía”. La medición mostró además que no había diferencias significativas por edad y género en la frecuencia de lectura, pero en cambio, fue clara la correlación entre lectura y Nivel Económico Social (NES).
La encuesta se basará en 600 casos por cada una de las regiones en que se divide el país: NEA, NOA, Cuyo, Patagonia, Centro, provincia de Buenos Aires y ciudad de Buenos Aires. Los encargados de realizar las encuestas y procesar los datos son las universidades nacionales de Tres de Febrero y Lomas de Zamora.
El ministro de Educación, Alberto Sileoni, que encabezó el lanzamiento de la encuesta, recordó que la medición de 2001 fue realizada por una consultora privada. “En esta oportunidad ese trabajo está en manos de nuestras mejores consultoras: las universidades”. “Creemos en el Estado como promotor de la lectura”, dijo Sileoni, quien explicó que “ahora retomamos lo hecho en 2001 para indagar cómo leen los chicos, qué eligen, cómo es el vínculo con Internet, entre otros temas”.
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viernes, 16 de septiembre de 2011
jueves, 8 de septiembre de 2011
A 31 años de la gran fogata en Sarandí
La historia de nuestro país está signada por la aventura represiva de eliminar la lectura de cientos libros. Hasta las bibliotecas privadas y públicas llegaba el grado de sospecha de los paladines de la "libertad" de todas las épocas.
Los allanamientos buscaban la evidencia más preciada: la bibliografía "subversiva" o equivalentes, así como los libros de contenidos anarquistas, socialistas, peronistas, marxistas o antifascistas.
Pero antes y después la persecusión del libro como elemento peligroso para la sociedad se desplegaba como una caricatura de la ausencia de democracia. Fue el General Onganía quien dijo en 1966 que tratándose de luchas ideológicas, la represión es el medio menos eficaz para hacer triunfar la propia ideología".
Más tarde el Gral. Viola afirmo en 1978 que el destino final es la mente humana, el sistema interno de convicciones de cada hombre.
Recordemos los hechos:"... en la mañana del 30 de agosto de 1980, en un baldío de Sarandí, Provincia de Buenos Aires, un grupo de camiones volcadores procedió a descargar un contenido poco frecuente: un millón y medio de libros y fascículos publicados por el Centro Editor de América Latina, secuestrados por la Policía Federal de los depósitos de la editorial por orden del juez federal de La Plata, mayor retirado del Ejército De La Serna.
Acto seguido las fuerzas policiales rociaron con nafta la pila y le prendieron fuego. Los libros amontonados ardieron durante horas antes de quedar reducidos a cenizas. Obras de grandes escritores del pais y del mundo, colecciones de historia y de ciencias, libros de poesía y enciclopedias, en fin... gran parte del maravilloso fondo editorial del Centro Editor se hizo literalmente humo.
Concluía así la persecución iniciada dos años antes, que incluyó el secuestro y prisión de empleados, amenazas, prohibiciones, clausuras; y se continuó, con un juicio antisubersivo contra el fundador y director del Centro, José Boris Spivacow, al que siguió el cierre de sus depósitos y el secuestro de sus ediciones.
Esta gigantesca quema de libros es por su envergadura, un símbolo de lo que la última dictadura militar significó para la cultura argentina. Completó y sintetizó otras varias afrentas, entre las que destacamos el allanamiento, clausura y encarcelamiento de los directivos de Siglo XXI editores, Que condujo al posterior cierre de la editorial; el allanamiento, clausura, quema de libros y cierre definitivo de la editorial de la Fundación Constancio C. Vigil de Rosario.
Los allanamientos buscaban la evidencia más preciada: la bibliografía "subversiva" o equivalentes, así como los libros de contenidos anarquistas, socialistas, peronistas, marxistas o antifascistas.
Pero antes y después la persecusión del libro como elemento peligroso para la sociedad se desplegaba como una caricatura de la ausencia de democracia. Fue el General Onganía quien dijo en 1966 que tratándose de luchas ideológicas, la represión es el medio menos eficaz para hacer triunfar la propia ideología".
Más tarde el Gral. Viola afirmo en 1978 que el destino final es la mente humana, el sistema interno de convicciones de cada hombre.
Recordemos los hechos:"... en la mañana del 30 de agosto de 1980, en un baldío de Sarandí, Provincia de Buenos Aires, un grupo de camiones volcadores procedió a descargar un contenido poco frecuente: un millón y medio de libros y fascículos publicados por el Centro Editor de América Latina, secuestrados por la Policía Federal de los depósitos de la editorial por orden del juez federal de La Plata, mayor retirado del Ejército De La Serna.
Acto seguido las fuerzas policiales rociaron con nafta la pila y le prendieron fuego. Los libros amontonados ardieron durante horas antes de quedar reducidos a cenizas. Obras de grandes escritores del pais y del mundo, colecciones de historia y de ciencias, libros de poesía y enciclopedias, en fin... gran parte del maravilloso fondo editorial del Centro Editor se hizo literalmente humo.
Concluía así la persecución iniciada dos años antes, que incluyó el secuestro y prisión de empleados, amenazas, prohibiciones, clausuras; y se continuó, con un juicio antisubersivo contra el fundador y director del Centro, José Boris Spivacow, al que siguió el cierre de sus depósitos y el secuestro de sus ediciones.
Esta gigantesca quema de libros es por su envergadura, un símbolo de lo que la última dictadura militar significó para la cultura argentina. Completó y sintetizó otras varias afrentas, entre las que destacamos el allanamiento, clausura y encarcelamiento de los directivos de Siglo XXI editores, Que condujo al posterior cierre de la editorial; el allanamiento, clausura, quema de libros y cierre definitivo de la editorial de la Fundación Constancio C. Vigil de Rosario.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Proyectos colaborativos
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